El afán por extender nuestra música nos lleva a tocar en multitud de sitios, todos diferentes y todos dignos. Que uno se fije sólo en el lugar del concierto dice muy poco de la música y mucho sobre un prejuicio espectacular: que hay sitios buenos y malos. Hoy tocaremos rodeados de carne girando, un verdadero loop sudoroso.
Claro, claro... gratuito y necesario.