Es difícil captar un momento concreto. Diría que es imposible. Lo grabamos y pensamos que tenemos un registro fidedigno de lo sucedido, pero sólo tenemos una triste copia, una traslación técnica que ha arañado la superficie. Y aún así nos afanamos en intentarlo. Y después lo manipulamos, lo montamos, lo recreamos con más técnica encima y con dosis inciertas de historia del arte.
Pero he aquí la paradoja, esa porción salvada de la realidad sustituirá a nuestra memoria. Eso que ni tan siquiera se aproximaba a lo ancontecido, nos parecerá magnífico y vívido. Es una labor ciega, lenta pero inevitable. El soporte tecnológico se convertirá en recuerdo, será recuerdo.
Fragment audiovisual de TEMBLOR, el concert poètic-ambiental de Kinoplatz, Gerard
Vilardaga i Pepe Ruz. Gravat un dia de juliol de 2011 al Konvent de Cal Rosal.